El placer femenino no es tabú: descubre los beneficios de los juguetes sexuales

Durante siglos, el deseo sexual de la mujer ha sido silenciado, juzgado y envuelto en tabúes. A muchas mujeres se les ha hecho sentir vergüenza por tener fantasías o por explorar su cuerpo. Pero hoy, más que nunca, es momento de hablar con libertad sobre sexualidad femenina y placer.

Una de las grandes herramientas para reconectar con el placer son los juguetes sexuales . ¿Qué hijo? ¿Para qué sirven? ¿Por qué deberías considerar usarlos solos o en pareja? En este blog te lo contamos todo.

¿Qué son los juguetes sexuales?

Los juguetes sexuales son objetos diseñados para estimular zonas erógenas y potenciar el placer sexual . Puedes usarlos en solitario o en pareja, y vienen en muchísimos estilos, formas y funciones. ¡Y no, no son solo consoladores!

Gracias a los avances tecnológicos, hoy existen opciones para todos los gustos y necesidades: desde vibradores y succionadores, hasta plugs anales, bolas chinas, anillos vibradores y mucho más.

Beneficios de usar juguetes sexuales

Más allá del placer (que ya es un gran motivo), usar juguetes eróticos tiene múltiples beneficios para la salud sexual y emocional:

 1. Te ayuda a conocerte mejor

Al explorar tu cuerpo, aprendes qué te gusta, qué no y cómo llegar al orgasmo. Esto fortalece tu autoestima sexual y te permite comunicarte mejor con tu pareja.

 2. Aumentan las posibilidades de llegar al orgasmo

La mayoría de las mujeres no alcanzan el clímax solo con penetración. De hecho, 8 de cada 10 mujeres necesitan estimulación del clítoris para lograrlo. Los juguetes pueden hacer que esta estimulación sea más efectiva y placentera.

3. Mejoran la vida en pareja

Incorporarlos al sexo con tu pareja puede ser una forma divertida de romper la rutina , experimentar cosas nuevas y reforzar la conexión íntima.

4. Pueden ayudar con disfunciones sexuales

Algunas mujeres experimentan falta de deseo, dolor durante el sexo o disminución de la sensibilidad (por ejemplo, después del parto). En estos casos, ciertos juguetes combinados con lubricantes pueden mejorar la experiencia sexual.

5. Te empoderarán

Tomar control de tu placer es una forma de autoamor y empoderamiento . Disfrutar del sexo no te hace menos “decente”, te hace humana.

Tipos de juguetes sexuales más populares

La elección del juguete adecuado depende de lo que busque. Aquí algunos de los más usados:

Vibradores : Estimulan el clítoris, el punto G o ambos. Los hay pequeños, grandes, para uso individual o en pareja.

Succionadores : Simulan la sensación de succión en el clítoris. Muy intensos y efectivos.

Bolas chinas : Fortalecen el suelo pélvico, aumentan la sensibilidad y ayudan a prevenir la incontinencia.

Plugs anales : Ideales para explorar nuevas zonas de placer.

Anillos vibradores : Se colocan en la base del pene y estimulan al mismo tiempo el clítoris durante la penetración.

Masturbadores masculinos : Para estimular glándulas y testículos en hombres.

Cómo elegir tu juguete sexual ideal

Si estás comenzando, no te preocupes: hoy en día hay tiendas especializadas (físicas y online) donde puedes recibir asesoría sin prejuicios.

Ten en cuenta estos factores:

Material : Busca juguetes de silicona médica, hipoalergénicos y fáciles de limpiar.

Tamaño y forma : Si es tu primer juguete, elige uno pequeño y ergonómico.

Modo de uso : ¿Es para usar sola o con tu pareja? ¿Estimulación externa o interna?

Presupuesto : Hay opciones de buena calidad para todos los bolsillos.

Lubricantes íntimos: tu mejor aliado

Muchas mujeres sufren sequía vaginal, irritación o dolor durante las relaciones. En estos casos, usar lubricantes íntimos (a base de agua, silicona o híbridos) puede hacer una gran diferencia.

También son perfectos para complementar el uso de juguetes y hacer que la experiencia sea más cómoda y placentera.

El placer también es salud

Los juguetes sexuales no son una moda ni un sustituto del sexo, son una herramienta de autoconocimiento, bienestar y disfrute . No hay nada de qué avergonzarse: explora tu cuerpo, sola o en pareja, es parte de una sexualidad sana y libre de prejuicios.